Cinco experiencias... 3 madres, 1 padre, 1 centro educativo...
Pudimos escuchar historias preciosas, historias de amor incondicional... en las que el esfuerzo de las madres, padres y profesionales hicieron posible que los niños, protagonistas de estas historias, pudieran seguir disfrutando de la lactancia materna y del vínculo especial que esto supone.
Despegar a un bebé de 16 semanas de su madre es algo contra natura, con mucho empeño podemos suavizar ese despegue y seguir ofreciéndole el contacto y alimento que tanto necesita.
QUERER ES PODER!!!
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