Y es que esta gente era muy manitas, unos artesanos envidiados en la época, comerciantes... y siempres dispuestos a pelear.
Nosotras (y nosotros) hemos compartido la tarde con nuestros hijos e hijas, hemos hecho nuestro anillo de estaño con inscripciones íberas y modelado glifos monstruosos.
¿Adivináis lo que pone en este anillo?
Aquí os dejamos algunas de las fotos.